Los cortometrajes son una valiosa plataforma para que los aspirantes a cineastas muestren su talento y se den a conocer, y la escenografía, la iluminación y la gradación del color pueden influir mucho en la experiencia visual y la atmósfera de la película.
Hacer un cortometraje es un proyecto ambicioso y retador que resulta desafiante para todo creador audiovisual. Antes de comenzar es importante que consideres cada aspecto para planificarte bien y hacerlo lo mejor posible. En esta nota te hablaremos de algunos de los más importantes para que los consideres a la hora de realizar un cortometraje.
El mensaje, lo más importante
Un cortometraje es ante todo, una historia que vas a contar. Piensa en qué tema quieres desarrollar o qué historia quieres contar primero que nada antes de comenzar. Evalúa si es una historia interesante que capture la atención de tu audiencia y si es una idea original en primer lugar. Trata de desarrollar un guión interesante y desglosa las escenas, personajes y todos los detalles con antelación para poder planificar todo lo que vas a necesitar antes de la grabación o filmación del cortometraje. La historia o el mensaje es siempre lo más importante, pues es lo que te garantizará que atrapará el interés de tu audiencia y el éxito del proyecto. Trata de no confundir a los espectadores, por eso tu mensaje debe estar enfocado y claro.
Para escribir el guión de tu cortometraje de manera exitosa puedes aplicar un truco que no falla, y es comenzar con un momento dramático para comenzar o generar algo de tensión inicial para captar la atención del público y mantenerlos en espectativa hasta el final. El guión es crucial para cautivar a tu audiencia.
Toma en cuenta que la duración máxima de un cortometraje es de cincuenta minutos. En ese tiempo debes desarrollar una historia lo suficientemente interesante para atrapar a tu público. Todas las buenas historias tienen un preámbulo, un desarrollo, un climax y un desenlace. Si es un cortometraje de ficción, debes desarrollar cada personaje con profundidad para que sean creíbles e interesantes. Si es un documental, igualmente desarrolla la historia de modo que cautive al espectador para que se mantenga interesado hasta el final.
Comprende al público objetivo
Para que tu cortometraje sea exitoso, debes comprender cuál es tu público objetivo. Piensa ¿a quién va dirigida tu historia? No es lo mismo un espectador de un cortometraje de ficción que uno de un documental. Una vez tengas claro lo que vas a escribir, cuál es tu mensaje y la trama o historia de tu cortometraje, es importante que tomes en cuenta qué es lo que crees que le va a gustar al público al cual va dirigido. Trata de ponerte en sus zapatos para comprenderlo más plenamente. Si por ejemplo vas a hacer un cortometraje de ficción, piensa si tu historia es original, creíble, busca crear suspenso y desarrolla bien los personajes para que atrapen el interés de tu público. Dependerá mucho del tema que vayas a tratar el tipo de audiencia al cual va dirigido tu cortometraje. Mientras más comprendas a tu público más chance tendrás de lograr una historia exitosa.
Elije un estilo visual
Igualmente dependiendo del tipo de cortometraje que quieras realizar, debes elegir un estilo visual para tu historia. Sea para un cortometraje documental o de ficción, el estilo definirá la atmósfera de tu producción. Puedes darle un toque de suspenso utilizando una iluminación dramática con sombras pronunciadas y crear una atmósfera sombría o puedes darle un toque alegre con una iluminación cálida y tonos claros, busca un estilo con el que te identifiques y que comunique de manera adecuada la historia que quieras contar. Para lograrlo estudia y analiza cuáles son los estilos visuales que te atraen para inspirarte y crea tu propio estilo. En tu cortometraje debes asignar un director de fotografía que será el que determine el estilo visual y el enfoque del mismo. Por lo general un cortometraje tiene recursos más limitados que el de una película y por ello debes buscar ser muy creativo para aprovecharlos al máximo.
Establece la configuración de tu cámara para cada toma
Cuando vayas a realizar un cortometraje, al igual que una película, debes tomar en cuenta la configuración de la cámara. Si tienes una cámara Alpha, te presentamos algunas de las configuraciones más recomendables para lograr mejores resultados. Recuerda que dependerá de la escena que vayas a grabar y las condiciones de luz en algunos casos el tipo de configuración de tu cámara para cada toma.
Balance de blanco
Al configurar el balance de blancos podrás compensar los efectos no deseados de la luz en el entorno de captura para que las áreas blancas se vean blancas. Si eres principiante, es aconsejable que comiences con balance de blancos automático (AWB).
Si configuras la cámara en balance automático de blancos (AWB), se ajustará automáticamente el balance de blancos para adaptarse a las condiciones de iluminación, que hablaremos a continuación. Recuerda que la cámara responderá a los cambios atmosféricos, como por ejemplo, si se pone nublado, o llueve y cambia la luz en exteriores. En ese caso, los colores pueden variar de una escena a otra, cuando las escenas se combinan en la edición. Para evitar esto, es aconsejable que ajustes el balance de blancos de acuerdo con la escena o situación actual.
Frecuencia de imagen
A continuación, elige la frecuencia de la imagen en tu cámara. La frecuencia de imagen representa el número de fotografías que se muestran por segundo de video y se puede establecer en 24p, 30p, 60p, 120p u otras opciones (según el modelo) en la pantalla de configuración de la cámara. ¿Para qué sirve este valor? Pues es importante porque cuanto mayor sea el valor, más fotogramas se mostrarán en un período determinado y más fluida será la visualización. Si eliges una frecuencia como 120p, puedes crear videos en cámara lenta más fluidos. Elige la frecuencia de imagen que prefieras para adaptar la apariencia de la película.
Valores recomendados para grabar tu cortometraje
Resolución
Es muy importante que elijas la resolución adecuada cuando vayas a grabar tu cortometraje. Elije en el Menú de tu cámara el formato de archivo donde puedes elegir entre 4K (3840×2160) o HD (1920×1080). Con una resolución cuatro veces mayor que HD, 4K ofrece una calidad de imagen impresionante, pero como la cantidad de datos también es cuatro veces mayor, hay menos tiempo disponible para grabar en tarjetas de memoria y las computadoras trabajarán más para editar estos archivos. Como principiante, considera la posibilidad de grabar tus primeras películas en resolución HD, con la que es más fácil trabajar, pero que también ofrece una buena calidad de la imagen. Hay cámaras que ofrecen resolución de 8K (7680×4320), como la Alpha 1.
Velocidad de obturación
Una vez que te hayas decidido por una frecuencia de imagen, ajusta la velocidad de obturación. Como regla general, elige una velocidad de obturación que, expresada en segundos como una fracción, sea 1 sobre un denominador equivalente al doble de la frecuencia de imagen. Para una frecuencia de imagen de 30p, esta sería una velocidad de obturación de 1/60 segundos. Ten en cuenta que 60p y 24p corresponderían a 1/120 segundos y 1/48 segundos, pero como las cámaras no ofrecen estas configuraciones, debes elegir la velocidad de obturación que más se aproxime.
Apertura y sensibilidad ISO
Después de configurar la frecuencia de imagen y la velocidad de obturación, ajusta la apertura (número F) y la sensibilidad ISO.
Aunque los ajustes óptimos de apertura también varían según la lente, muchas personas prefieren desenfocar el fondo eligiendo una configuración de apertura cercana al máximo. Pero como tus películas serán demasiado brillantes si grabas al aire libre y a la luz del día, en ese tipo de situaciones, considera usar un Filtro ND para ajustar la cantidad de luz que entra a la cámara.
En cuanto a la sensibilidad ISO, los valores más bajos te ayudarán a controlar el ruido de la imagen, que tiende a producirse a una mayor sensibilidad ISO. También puedes probar AUTO cuando grabes una película por primera vez.
Recomendaciones de configuración
Configuración | Valor recomendado |
Formato de archivo | XAVC S HD |
Configuración de grabación | 30p 50M |
Velocidad de obturación | 1/60 s |
Exposición/ISO | ISO AUTOMÁTICO |
Apertura (número F) | Tan bajo como sea posible |
Balance de blancos (WB) | AWB (cambiar según sea necesario) |
Frecuencia de imagen | Velocidad de obturación |
30p | 1/60 s |
60p | 1/125 s |
24p | 1/50 s |
No olvides la iluminación
A la hora de grabar, el tipo de iluminación será determinante para elegir el ISO, la velocidad de obturación y los demás ajustes para configurar tu cámara y lograr una exposición adecuada. Recuerda que la luz tiene propiedades y características propias de acuerdo a su intensidad, calidad y color. Si haces el balance de blanco automático tu cámara puede compensar los tonos y ajustar el blanco y los colores, no obstante es importante que conozcas bien sus propiedades para ajustar siempre los tonos y obtener el resultado deseado. Recuerda que los tonos fríos se obtienen con luces frías con una temperatura alta mientras que los tonos cálidos los obtendrás con una iluminación con una temperatura más baja. Aprovecha la hora dorada si quieres lograr bellos efectos de luz cálida. Al grabar en exteriores debes tener en cuenta las horas del día para poder ajustar la cámara y aprovechar al máximo la luz en todo su esplendor.
Explora el potencial de cada locación
Antes de grabar, debes hacer un «scouting» o estudio de la locación previamente para poder estudiar su potencial. A qué hora es mejor grabar, dónde se encuentran los mejores «spots» para hacer cada plano. Visualiza dónde incide el sol para estudiar sus sombras y toma nota de ello cuando vayas a hacer el guión y planificar tus tomas.
Conoce los planos para que le saque el máximo provecho
Recuerda que el lenguaje cinematográfico es rico en planos que juntos forman una narrativa y pueden comunicar solo con imágenes un mensaje rico en significado. Los planos abiertos ubican al espectador en un lugar, hora y contexto, los planos medios son ideales para hacer seguimiento de la acción mientras que los planos cerrados como los primeros planos, sirven para justamente describir a profundidad ciertos detalles de la historia que enriquecerán tu narrativa.